22 de abril, a las 20:30. Filmoteca de Zaragoza (Palacio de Los Morlanes, Pl. San Carlos, 4)
La cita estará precedida por la proyección de tres trabajos de Chomón, restaurados por Filmoteca de Zaragoza, que al igual que el espectáculo contarán con música en directo compuesta por Chus Fernández
Fotograma de La gallina de los huevos de oro (1905) |
El próximo viernes, 22 de abril, a las 20.30, la Filmoteca de la capital aragonesa albergará la segunda jornada que este año dedica al cineasta Segundo de Chomón con el estreno del espectáculo ‘Más que magia, cine. Segundo de Chomón’, el cual forma parte de un proyecto transmedia, que engloba tres disciplinas. Música en directo, investigación y creación audiovisual. ¿Y qué tienen en común?: Pues que Segundo de Chomón es el nexo de todas ellas.
Este espectáculo, que nos invita a un viaje en el tiempo que va de los orígenes del cine hasta su presente, ha sido posible gracias a la financiación del Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel, formando parte de las actuaciones en torno a los 150 años del nacimiento de Segundo de Chomón en la ciudad de Teruel. Viéndose por vez primera en la capital turolense el día 17 de octubre de 2021, día del aniversario. Clausuró, el domingo 28 de noviembre de 2021, la VII Edición del Festifal de Urrea de Gaén (Teruel). También pudo disfrutarse en La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España el pasado 22 de enero de 2022.
El próximo día 22, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza y su filmoteca, delante del espectáculo ‘Más que magia, cine. Segundo de Chomón’ veremos tres fragmentos con música en directo compuesta para esta ocasión interpretada por el trío Monkayo. Estas películas, que fueron restauradas por Filmoteca de Zaragoza en colaboración con otras cinematecas europeas, son Transformación de la mariposa (1904), Cascadas de fuego (1904) o La gallina de los huevos de oro (1905).
Fotograma de Transformación de la mariposa (1904) |
Hoy pueden parecer muy modestas, pero cuando se rodaron, a principios del siglo XX, sus trucajes eran el equivalente a las mejores producciones de efectos especiales de hoy en día. Se trata de tres títulos de ficción en los que Segundo de Chomón ha sido artífice primordial, películas de principios del siglo pasado cuando el cine comenzaba a caminar asentándose como espectáculo tras muchos intentos y “formas de ver” antes de evolucionar a sistemas y lenguajes más desarrollados. Eran especiales además por muchos motivos. En primer lugar, por su productora, la casa Pathé Frères, el consorcio audiovisual de mayor envergadura en toda la historia del cine. Hay que recordar que por aquel entonces Hollywood no era más que un campo de naranjas, y tendría que sobrevenir la Gran Guerra para que, a partir de 1918, los Estados Unidos se convirtieran en la primera potencia fílmica.
También porque este tipo de cintas eran las niñas mimadas: las más caras, las más cuidadas, las más exhibidas. En el argot de la profesión se las conocía como Chasers, es decir, "Cazadoras" o reclamos, porque solían proyectarse en el exterior de los cines, para servir de gancho a los transeúntes, sorprenderlos y animarlos a pagar la entrada que les permitiría ver el resto del espectáculo, ya en el interior de la sala oscura. Sabemos que este procedimiento se utilizó en París desde muy temprano. Y en Zaragoza está documentado al menos desde 1902, mediante una pantalla situada en un balcón del Coso.
Chomón fue uno de los mejores especialistas del momento y, andando el tiempo, el más internacional. El resultado, un primoroso trabajo, en el que destaca el coloreado manual con anilinas aplicado fotograma a fotograma, y para el que más tarde inventaría un sistema de estarcido mediante plantillas que facilitaban la labor, conocido como pochoir.
Sobre ‘Más que magia, cine. Segundo de Chomón’
Se trata de un espectáculo que ha sido concebido y diseñado por el zaragozano Roberto Sánchez y dirigido y producido por el turolense José Ángel Guimerá, que además ha coescrito y codirigido el cortometraje Tren a Saturno (2021), junto a la también zaragozana Cristina Vilches. Esta pieza, protagonizada por Carla Guimerá y Rodrigo Moreno y rodada en las tres provincias aragonesas, está inspirada en la obra de Segundo de Chomón y sirve como cierre a este espectáculo en directo.
Se trata de un conjunto de fragmentos de su obra que culmina en una reinterpretación de su cine, mediante herramientas actuales y aplicando las técnicas que él inventó y desarrolló. Este nuevo montaje, diferente y original, adquiere una nueva dimensión gracias a unos músicos en directo que se mueven con agilidad en los ricos y expresivos territorios del jazz. Piano, bajo eléctrico, sintetizador y trompeta, son los medios que utilizan nuestros tres instrumentistas para acompañarnos en este viaje de siete etapas: I. Viaje al subconsciente, II. La máquina del tiempo, III. El color del dinero, IV. ¡Y la música!, V. Comedia. Slapstick, VI. Fantasía y ciencia ficción, VI I. Tren a Saturno.
Segundo de Chomón recreó con éxito el universo onírico, llevándonos a lo más profundo de nuestros sueños en muchas de las escenas que concibió para sus propios trabajos y dándole una gran profundidad a las películas de otros. Destacando, entre todas, la maravillosa secuencia onírica de El negro que tenía el alma blanca (1927), de Benito Perojo. Sus trucajes, maquetas e innovaciones a la hora de utilizar la cámara cinematográfica (también en movimiento) nos han permitido viajar, con verosimilitud, a la antigüedad clásica reinterpretada por Giovanni Pastrone en Cabiria (1914).
Como se ha comentado, Chomón perfeccionó de modo espectacular la aplicación del color. Muchas películas de la Pathé se convirtieron en maravillas visuales (muy rentables y de éxito en todas las salas de cine del mundo) gracias a sus técnicas innovadora de coloración. Sirva como ejemplo Le roi des dollars (1905).
¿Y la música? Sí, ¡la música!, que supo recrear en vistosos colores (aplicados, fotograma a fotograma, con una magistral precisión). Recuerden que la música en su época, y en directo, ya la ponían unos grandes músicos que les enseñaron el camino a otros maestros que, ahora, hemos invitado a “repintar” con ritmos jazzísticos los divertidos y sugerentes fotogramas concebidos por Chomón para En avant la musique (1905) y Lección de música (1909).
Entre otros géneros, Chomón dominó la comedia y sus variantes genéricas. Entre 1904 y 1905, realiza L´hereu de Can Pruna, quizás una de las primeras del género en España.
Además de las fantasmagorías, Chomón propuso algunos sueños científicos (más verosímiles que nunca gracias al dominio técnico en el trucaje) con la visión anticipada de un hotel electrificado para mejor servir a su clientela, adaptaciones de maestros de la incipiente literatura de ciencia ficción como H. G. Wells o viajes interplanetarios. Ilustran este apartado El hotel eléctrico (1908), Le voleur invisible (1909), Una excursión incoherente (1909) y Viaje a Júpiter (1909).
En el cortometraje, Tren a Saturno (2021), se ofrece una reinterpretación sobria de las técnicas de Chomón desde el presente, mediante el divertido viaje de una niña que ahora no cruza el espejo, pero sí se transfigura, pasando de carne a papel animado y ascendiendo a Saturno, gracias a la habilidad de sus creadores Cristina Vilches y José Ángel Guimerá.