Un viaje de trabajo me lleva a Berlín. Me parece sorprendente que la capital alemana mantenga sus aceras llenas de nieve haciendo prácticamente imposible andar por sus calles. Quizás debería decir avenidas, ya que el tamaño de las mismas es espectacular, al igual que los restos de edificios "soviéticos" e imperiales. También su parque central o Tiergarten, que me recordó por sus enormes dimensiones a Cental Park de Nueva York. Me decía un taxista que este parque tenía unas 210 hectáreas, un poco más pequeño que su homólogo neoyorquino que cuenta con 340. No fue la única similitud que vi entre las dos ciudades, ya que, a parte del clima y sus enormes calles, la zona de tiendas del Mitte (centro), también son bastante similares. Difícil por lo de la climatología pero impresionante, el paseo por Unter der Linden. desde la puerta de Brandenburdo, llegando hasta Alexanderplatz, guiados por la torre de televisión Fernsehturm. Donde también pudimos ver el río Spree helado y con los gigantes trozos de hielo hechos añicos, removidos por los barcos de policía que por él circulan. No menos impresionante el solar del antiguo palacio real, que actualmente pretenden reconstruir y que ahora es una explanada de muñecos de nieve. Frente a éste, la imponente catedral "Berliner Dom", que aunque neoclásica recuerda a su antecesora barroca...
Está claro que tengo que "volver", así se llamaba un bar español que pudimos ver cerca de la plaza Potsdamer, ya que vi el Reichstag desde el coche, igual que un montón de cosas más. No falté a la visita obligada a Checkpoint Charlie pero...
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